Tu piso o se ha quedado viejo, o pide a gritos unos aires nuevos o simplemente necesitas adaptarlo a nuevas necesidades como la llegada de un nuevo miembro de la familia, querer montar un despacho… Es el momento de solicitar un préstamo para reformar la vivienda y dar de nuevo una sensación de estreno al hogar pero, ¿Cómo puedo conseguir este efecto?, ¿Qué debo reformar?
Reforma integral para un piso como nuevo
Si lo que queremos es tener la sensación de mudarnos a un nuevo piso pero sin renunciar a nuestra localización y, en definitiva, a nuestro piso, la solución está en una reforma integral que deje como nueva nuestra vivienda.
Buscando activamente no nos será complicado dar con un equipo profesional que no sólo efectúe las obras, sino que nos asesore sobre nuestras necesidades, diseños actuales y aportar un toque que dure años sin que nos cansemos y nos veamos al poco metidos en obras de nuevo.
Este tipo de reformas puede variar según las comodidades que añadamos, pero una en condiciones, donde se cambien suelos, se añadan comodidades como la aclimatación, domótica y acabados en pinturas, sanitarios y cocina, sale de media por los 50.000 euros. Una inversión que no sólo se nota, sino que hará que el piso se revalorice de forma espectacular.
Reforma integral para cambiar la distribución
Otra forma de plantear las reformas es para cambiar la distribución de la vivienda, ya sea por necesidad o por mayor comodidad. Desde ampliar estancias o crear otras nuevas, una reforma integral puede dar con el modelo de vivienda que deseas en estos momentos sin tener que cambiar de propiedad.
Es muy importante que entre el grupo de especialistas se encuentre algún arquitecto para poder determinar la seguridad de algunas acciones que estas obras requieren, como tirar muros que no sean de carga, que la estructura no se vea afectada etc.
Por otra parte no hay que olvidar tener todos los permisos de obra, licencias y papeles en regla, para lo que se recomienda solicitar información al Ayuntamiento.
Reforma en cocina y baños
Si tienes alergia a las grandes obras o si el presupuesto es más limitado pero no quieres renunciar al placer de estrenar, hay dos estancias que dan una sensación de nuevo al piso: cocina y baños.
Un buen equipamiento, cambio de suelos, azulejos y electrodomésticos son suficientes para que luzca todo como el primer día, y con presupuestos que van desde los 5.000 euros de la más básica hasta los 20.000 con cambio del sistema incluido.
Una buena mano de pintura
Una simple mano de pintura puede hacer milagros con toda la vivienda. Con el tiempo, las paredes pierden su tonalidad y dan sensación de oscuridad y suciedad a las estancias. Una buena imprimación de colores vivos o un blanco luminoso puede ser más que suficiente para, quizás no dar la idea de estrenar, pero sí un cambio de aires y un buen lavado de cara a tu vivienda. Y lo mejor de todo: con un presupuesto que controlarás totalmente tú y tu bolsillo.